Difundida la noticia del estudio de la Universidad de Miami sobre el efecto de bebidas energizantes en niños y jóvenes, el diario Clarín difunde la opinión de especialistas de nuestro medio. Guillermo Roccatagliata, secretario de Asuntos Académicos de la Facultad de Medicina de la UBA y Carlos Damin, Profesor Titular de la Primera Cátedra de Toxicología, coinciden,
- Para los menores deberían estar prohibidas (las bebidas energizantes). Tienen efecto arritmógeno, esto es, favorecen las arritmias cardiacas, son estimulantes, y combinadas con alcohol permiten una mayor ingesta de bebidas, lo que aumenta el riesgo de intoxicación grave o coma alcohólico.
A su vez, Nora Redobledo, secretaria del Grupo de Trabajo en Adicciones de la Sociedad Argentina de Pediatría, SAP, avala el informe de Pediatrics, remarcando la responsabilidad que cabe a la sociedad y a las familias por el alto consumo de los chicos,
- Además de preocuparse por las bebidas en sí mismas, lo importante es hacerse cargo de los que les está pasando a los chicos. Se consume cada vez más, parecería que los chicos no saben divertirse si no consumen. La familia está ausente. Los padres no acompañan y cada vez hay más tolerancia social, de las familias, de los vendedores, de todos.
Y extiende la información insistiendo en la reducción de daños, abordaje de pacientes desde grupos interdisciplinarios, psicólogos, pediatras y trabajadores sociales, subrayando la importancia de la prevención desde la niñez.
Agregamos vida a los años, no queremos quedar afuera, no queremos abandonarnos. Necesitamos aprender a movernos en este mundo. Curiosear y llegar a alguna certeza. Aprender a manejarnos con las novedades. Nadie sabe todo, y todos tenemos algo para enseñar y algo para aprender.
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sábado, 2 de julio de 2011
Médicos alertan sobre efectos riesgosos de los energizantes en menores
Un equipo de especialistas del Departamento de Pediatría de la Universidad de Miami, publicó un extenso informe en la revista Pediatrics, asegurando que
- las bebidas energizantes no tienen beneficios terapéuticos y existe riesgo de efectos adversos potencialmente graves en la población joven.
Las bebidas energizantes se promocionan para aumentar la energía, la resistencia, el rendimiento físico, la concentración, incluso para perder peso. Contienen cafeína, taurina, vitaminas, suplementos herbarios, azúcar o edulcorante, entre sus ingredientes y difieren de bebidas deportivas y aguas vitaminizadas. Según diversos estudios, del 30 al 50% de los niños, adolescentes y jóvenes menores de 25 años las consumen. Disponibles en 140 países, ocupan el lugar de mayor crecimiento en el mercado de bebidas.
Si bien personas sanas pueden tolerar cantidades moderadas de cafeína, su alto consumo ha sido asociado con convulsiones, accidentes cerebrovasculares y muerte súbita. Este estudio informa que los niños pueden tener mayores riesgos de serias complicaciones por su consumo, especialmente los que tienen enfermedades cardiovasculares, renales o hepáticas, convulsiones, diabetes, hipertiroidismo, trastornos del comportamiento, o toman determinados medicamentos.
La cafeína es la droga psicoactiva que más se consume a nivel mundial y es legal en todos los países. Los especialistas consideran que la toxicidad clínica comienza con la ingesta de 1 gramo, pero cuando se trata de 5 a 10 gramos diarios, puede ser fatal, por lo que indican no exceder un consumo máximo de cafeína de 2,5 miligramos por kilo y por día para los niños. Fisiológicamente, la cafeína causa vasoconstricción coronaria y cerebral, relajación del músculo liso, estimulación de la musculatura esquelética, aumenta la fuerza contráctil del corazón, reduce la sensibilidad a la insulina y aumenta la presión sanguínea.
Las calorías de estas bebidas pueden provocar, en niños obesos, aumento de la presión sanguínea, de los niveles de glucosa, del índice de masa corporal y deficiencia de calcio. En otro orden, pueden provocar depresión y baja autoestima. El informe agrega que la cafeína presente en las bebidas energizantes puede interferir con la mineralización ósea en la adolescencia.
Si bien en su envase figura la advertencia de que la asociación de energizantes con bebidas alcohólicas puede ser nociva , se sabe que en boliches y previas la mezcla es el trago preferido de los jóvenes.
- las bebidas energizantes no tienen beneficios terapéuticos y existe riesgo de efectos adversos potencialmente graves en la población joven.
Las bebidas energizantes se promocionan para aumentar la energía, la resistencia, el rendimiento físico, la concentración, incluso para perder peso. Contienen cafeína, taurina, vitaminas, suplementos herbarios, azúcar o edulcorante, entre sus ingredientes y difieren de bebidas deportivas y aguas vitaminizadas. Según diversos estudios, del 30 al 50% de los niños, adolescentes y jóvenes menores de 25 años las consumen. Disponibles en 140 países, ocupan el lugar de mayor crecimiento en el mercado de bebidas.
Si bien personas sanas pueden tolerar cantidades moderadas de cafeína, su alto consumo ha sido asociado con convulsiones, accidentes cerebrovasculares y muerte súbita. Este estudio informa que los niños pueden tener mayores riesgos de serias complicaciones por su consumo, especialmente los que tienen enfermedades cardiovasculares, renales o hepáticas, convulsiones, diabetes, hipertiroidismo, trastornos del comportamiento, o toman determinados medicamentos.
La cafeína es la droga psicoactiva que más se consume a nivel mundial y es legal en todos los países. Los especialistas consideran que la toxicidad clínica comienza con la ingesta de 1 gramo, pero cuando se trata de 5 a 10 gramos diarios, puede ser fatal, por lo que indican no exceder un consumo máximo de cafeína de 2,5 miligramos por kilo y por día para los niños. Fisiológicamente, la cafeína causa vasoconstricción coronaria y cerebral, relajación del músculo liso, estimulación de la musculatura esquelética, aumenta la fuerza contráctil del corazón, reduce la sensibilidad a la insulina y aumenta la presión sanguínea.
Las calorías de estas bebidas pueden provocar, en niños obesos, aumento de la presión sanguínea, de los niveles de glucosa, del índice de masa corporal y deficiencia de calcio. En otro orden, pueden provocar depresión y baja autoestima. El informe agrega que la cafeína presente en las bebidas energizantes puede interferir con la mineralización ósea en la adolescencia.
Si bien en su envase figura la advertencia de que la asociación de energizantes con bebidas alcohólicas puede ser nociva , se sabe que en boliches y previas la mezcla es el trago preferido de los jóvenes.
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