Difundida la noticia del estudio de la Universidad de Miami sobre el efecto de bebidas energizantes en niños y jóvenes, el diario Clarín difunde la opinión de especialistas de nuestro medio. Guillermo Roccatagliata, secretario de Asuntos Académicos de la Facultad de Medicina de la UBA y Carlos Damin, Profesor Titular de la Primera Cátedra de Toxicología, coinciden,
- Para los menores deberían estar prohibidas (las bebidas energizantes). Tienen efecto arritmógeno, esto es, favorecen las arritmias cardiacas, son estimulantes, y combinadas con alcohol permiten una mayor ingesta de bebidas, lo que aumenta el riesgo de intoxicación grave o coma alcohólico.
A su vez, Nora Redobledo, secretaria del Grupo de Trabajo en Adicciones de la Sociedad Argentina de Pediatría, SAP, avala el informe de Pediatrics, remarcando la responsabilidad que cabe a la sociedad y a las familias por el alto consumo de los chicos,
- Además de preocuparse por las bebidas en sí mismas, lo importante es hacerse cargo de los que les está pasando a los chicos. Se consume cada vez más, parecería que los chicos no saben divertirse si no consumen. La familia está ausente. Los padres no acompañan y cada vez hay más tolerancia social, de las familias, de los vendedores, de todos.
Y extiende la información insistiendo en la reducción de daños, abordaje de pacientes desde grupos interdisciplinarios, psicólogos, pediatras y trabajadores sociales, subrayando la importancia de la prevención desde la niñez.
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