III/III STRESS TRAUMÁTICO, STRESS POSTRAUMÁTICO, NEUROSIS TRAUMÁTICA
De tantas apariciones de quienes estuvieron en la tragedia ferroviaria, recogidas en los medios, comentarios de los sobrevivientes, como
-nunca olvidaré lo que vi
-no me puedo sacar de la cabeza los gritos
-fue un horror que no terminaba nunca
manifiestan el stress traumático.
El Stress postraumático, mencionado frecuentemente en los últimos años, en cine, TV –noticieros, series y telenovelas- vale decirlo, se refiere al mismo fenómeno cuando persiste en el tiempo o cuando su aparición es tardía.
En cuanto al antecedente primero, la neurosis traumática, fue estudiada por (Sigmund) Freud –sus observaciones, hipótesis y teorías aparecen sin referencia en esquemas vigentes- a lo largo de su carrera profesional. En 1938, hacia el final de su vida, en su obra Esquema del psicoanálisis, menciona entre las causales, precisamente al choque de trenes.
En la propuesta de Freud, este padecimiento se sana hablando. Otras recetas dan contención, adormecen o tapan las manifestaciones, pero hasta que no lo hables, no lo superas.
Una entrada en Wikipedia
Trastorno por estrés postraumático es aceptable y sobre todo, está a mano.
Propuestas como EMDR, Focusing, Brainspotting, suman recursos de otra índole para incluir el cuerpo cuando se habla del episodio desencadenante.
jueves, 23 de febrero de 2012
II/III La palabra honesta y el dinero ante la tragedia
II/III LA PALABRA HONESTA Y EL DINERO ANTE LA TRAGEDIA
En cuanto a la tragedia ferroviaria de ayer, en su programa radial de hoy, Chiche (Gelblung) opina que la gente necesita más que explicaciones. Necesitan que alguien se les acerque, se interese en ellos y necesitan dinero. Recuerda que los anglosajones son directos y pragmáticos al afirmar que, cuando las torres -11s-, las autoridades de inmediato dieron 40000 dólares en mano a cada deudo.
Aparece alguien en una comunicación telefónica. Para estas situaciones -¿catástrofes?- inventó el maternaje, el abrazo y el uso del almohadón – el cual después refiere al objeto transicional de Winnicot. La Nana (Adriana Schnake, psicoterapeuta, referente de la gestalt) diría "no más para acrecentar el desatino"-.
Vale recalcar. No sirve la palabra si no es honesta. De haber dicho el caballero puesto en camisa de once varas que tomó el maternaje, el abrazo y el uso del almohadón de otros psicoterapeutas y los aplica en su práctica, no solo sería honesto: lo parecería y su voz resonaría sincera en la radio.
Después aparece otro personaje presentado igualmente como psicólogo. Su propuesta es más sencilla: abrazo sí, dinero no. Enseguida lo emparcha indicando: abrazos sí y dinero, después vemos.
Ánimo. Hay psicólogos de palabra honesta y saben que el dinero existe.
Notas relacionadas
En SaldarCuentas.blogspot.com, la entrada
Una historieta sobre el Holocausto recibió el rechazo unánime de los medios trae una referencia a Adriana Schnake, La Nana.
Esta es una de las notas más difíciles que escribí. Me animó a hacerlo que tuve presente a los sobrevivientes y deudos de la tragedia y a mis amigos.
I/III Los ciudadanos argentinos somos solidarios
I/III LOS CIUDADANOS ARGENTINOS SOMOS SOLIDARIOS
La tragedia ferroviaria de ayer agobia a la sociedad argentina y los medios lo reflejan abundantemente. Un aspecto que se marcó en los primeros momentos y luego desapareció de las pantallas es digno de destacar y recordar.
Los primeros que acudieron al rescate de las víctimas fueron los mismos sobrevivientes, más pasajeros que aguardaban un tren en los andenes, transeúntes y policías de servicio en Estación Once.
A un costado de la Estación Once, en la calle Bartolomé Mitre, está el local de República Cromañón, que se incendió el 30 de diciembre de 2004 y es la mayor tragedia de nuestro país por el número de muertos durante el suceso. Personalmente sé de la gente de Quilmes, padres y abuelos que murieron después, perteneciendo a los muertos que no se contabilizan en las tragedias.
En los primeros momentos acudieron los medios y mostraban que los primeros en llegar fueron los mismos, ciudadanos comunes y policías de servicio. Esas imágenes también desaparecieron en emisiones posteriores de los medios.
Vale tenerlo presente y en alto, los argentinos somos solidarios y respondemos ante las tragedias.
La tragedia ferroviaria de ayer agobia a la sociedad argentina y los medios lo reflejan abundantemente. Un aspecto que se marcó en los primeros momentos y luego desapareció de las pantallas es digno de destacar y recordar.
Los primeros que acudieron al rescate de las víctimas fueron los mismos sobrevivientes, más pasajeros que aguardaban un tren en los andenes, transeúntes y policías de servicio en Estación Once.
A un costado de la Estación Once, en la calle Bartolomé Mitre, está el local de República Cromañón, que se incendió el 30 de diciembre de 2004 y es la mayor tragedia de nuestro país por el número de muertos durante el suceso. Personalmente sé de la gente de Quilmes, padres y abuelos que murieron después, perteneciendo a los muertos que no se contabilizan en las tragedias.
En los primeros momentos acudieron los medios y mostraban que los primeros en llegar fueron los mismos, ciudadanos comunes y policías de servicio. Esas imágenes también desaparecieron en emisiones posteriores de los medios.
Vale tenerlo presente y en alto, los argentinos somos solidarios y respondemos ante las tragedias.
jueves, 16 de febrero de 2012
Con gimnasia se recuperan de la declinación mental de la vejez
Con gimnasia se recuperan de la declinación mental de la vejez
La investigación ha sido efectuada por quinesiólogos y neurocientíficos cognoscitivos en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, coordinados por el profesor de psicología y neurociencia Arthur F. Kramer, quienes han demostrado que el ejercicio moderado aumenta el volumen del cerebro en los adultos de edad avanzada.
Hasta hace poco se creía que los cambios cognoscitivos y cerebrales relacionados con la edad eran inevitables, pero con investigaciones realizadas sobre animales se ha comprobado que los cerebros viejos alcanzan mostrar cambios positivos con ejercicios, dieta y estímulos sociales y ambientales.
En este estudio, sedentarios con edades entre 60 y 79 años participaron en un programa de ejercicios de seis meses, con una frecuencia de tres veces por semana. La mitad de los voluntarios hizo ejercicios aeróbicos, como caminar. La otra mitad hizo ejercicios para fortalecer o reafirmar los músculos, y ejercicios de estiramiento muscular.
Los investigadores compararon las imágenes del cerebro obtenidas mediante resonancia magnética al principio y al final de los programas de ejercicio. Al concluir el programa, los participantes en el grupo de ejercicios aeróbicos mostraron aumentos en el volumen del cerebro, en comparación con los participantes que hicieron ejercicios de tonificación y estiramiento musculares. Las cortezas prefrontal y temporal, áreas que suelen mostrar un notable deterioro relacionado con la edad, obtuvieron las mayores mejorías con el ejercicio aeróbico.
Este hallazgo concuerda con otro estudio de 2003 de los investigadores que mostró una correlación entre el nivel de forma física y el grado de pérdida de tejido cerebral en personas de la tercera edad.
Contundentes, estos hallazgos tienen implicaciones para las políticas de salud pública. Niveles moderados de ejercicio, en particular, andar, son fáciles de hacer, y pueden conducir a una mayor flexibilidad cognoscitiva y a la capacidad de llevar una vida independiente durante periodos más largos de la vejez.
La investigación ha sido efectuada por quinesiólogos y neurocientíficos cognoscitivos en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, coordinados por el profesor de psicología y neurociencia Arthur F. Kramer, quienes han demostrado que el ejercicio moderado aumenta el volumen del cerebro en los adultos de edad avanzada.
Hasta hace poco se creía que los cambios cognoscitivos y cerebrales relacionados con la edad eran inevitables, pero con investigaciones realizadas sobre animales se ha comprobado que los cerebros viejos alcanzan mostrar cambios positivos con ejercicios, dieta y estímulos sociales y ambientales.
En este estudio, sedentarios con edades entre 60 y 79 años participaron en un programa de ejercicios de seis meses, con una frecuencia de tres veces por semana. La mitad de los voluntarios hizo ejercicios aeróbicos, como caminar. La otra mitad hizo ejercicios para fortalecer o reafirmar los músculos, y ejercicios de estiramiento muscular.
Los investigadores compararon las imágenes del cerebro obtenidas mediante resonancia magnética al principio y al final de los programas de ejercicio. Al concluir el programa, los participantes en el grupo de ejercicios aeróbicos mostraron aumentos en el volumen del cerebro, en comparación con los participantes que hicieron ejercicios de tonificación y estiramiento musculares. Las cortezas prefrontal y temporal, áreas que suelen mostrar un notable deterioro relacionado con la edad, obtuvieron las mayores mejorías con el ejercicio aeróbico.
Este hallazgo concuerda con otro estudio de 2003 de los investigadores que mostró una correlación entre el nivel de forma física y el grado de pérdida de tejido cerebral en personas de la tercera edad.
Contundentes, estos hallazgos tienen implicaciones para las políticas de salud pública. Niveles moderados de ejercicio, en particular, andar, son fáciles de hacer, y pueden conducir a una mayor flexibilidad cognoscitiva y a la capacidad de llevar una vida independiente durante periodos más largos de la vejez.
viernes, 3 de febrero de 2012
La imagen de Jorge Glusberg, 1932-2012, CON COMENTARIO
Ensayista, crítico de arte, editor, Jorge Glusberg fue un emprendedor en las artes plásticas. Fundó la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires, presidió la sección argentina de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, fue codirector del Departamento de Arte de la Universidad de Nueva York, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, España.
Fue gestor e interlocutor de artistas, intelectuales y coleccionistas, consultor de la revista Latin American Art, Estados Unidos, miembro del comité editorial de D'Ars, Italia, y corresponsal de las revistas M. E., Hungría, y Leonardo, Estados Unidos.
Miembro de la Legión de Honor de Francia, en 1975 ganó la medalla de oro en la muestra que conmemoraba el 30° aniversario de las Naciones Unidas, entre muchas condecoraciones que cosechó durante su trayectoria. Jorge Glusberg había fundado, en 1968, nada menos que el Centro de Arte y Comunicación, CAYC, y el Comité Internacional de Críticos de Arquitectura, con sede en París, que dirigía desde 1987.
Autor de más de 30 libros de arte y de arquitectura, entre los que se destacan Del Pop Art a la Nueva Imagen, Ética y Estética del Entorno Urbano , Mitos y Magias del Fuego, el Oro y el Arte. Jorge Glusberg también se desempeñó como profesor invitado de diversas facultades de arquitectura, como las de Veracruz, México, de Muncie, Indiana, y de Nueva York.
Las crónicas de los diversos medios no dejan de nombrar su distanciamiento de la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes, que ejerció desde 1994 a 2003, institución a la que dio nueva vida y nuevos aires.
Debido a una investigación judicial por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública, esto es, supuestas conductas irregulares en la publicación de libros, catálogos y folletería entre 1996 y 1997, en 2003 se dispuso su alejamiento del cargo.
Cinco años después, en 2008, la Justicia revocó el procesamiento y reclamó al magistrado responsable de la causa cumplir con más medidas de prueba para confirmar o no la denuncia.
Director de la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires desde 1985, tras su salida del MNBA trabajaba en su fábrica de artefactos de iluminación Modulor, junto a su hijo Matías.
Hombre de tal labor y méritos para el arte y la arquitectura, de nuestro país y del mundo, su imagen pública merecía mejor definición que este desdibujarse en el tiempo de la sospecha no demostrada. En cuanto a su imagen personal, imposible dejar de nombrar su larga cabellera canosa, recogida, y su barba. Nunca vi una foto de Jorge Glusberg que no estuviera sonriente, atento y lúcido.
Ensayista, crítico de arte, editor, Jorge Glusberg fue un emprendedor en las artes plásticas. Fundó la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires, presidió la sección argentina de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, fue codirector del Departamento de Arte de la Universidad de Nueva York, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, España.
Fue gestor e interlocutor de artistas, intelectuales y coleccionistas, consultor de la revista Latin American Art, Estados Unidos, miembro del comité editorial de D'Ars, Italia, y corresponsal de las revistas M. E., Hungría, y Leonardo, Estados Unidos.
Miembro de la Legión de Honor de Francia, en 1975 ganó la medalla de oro en la muestra que conmemoraba el 30° aniversario de las Naciones Unidas, entre muchas condecoraciones que cosechó durante su trayectoria. Jorge Glusberg había fundado, en 1968, nada menos que el Centro de Arte y Comunicación, CAYC, y el Comité Internacional de Críticos de Arquitectura, con sede en París, que dirigía desde 1987.
Autor de más de 30 libros de arte y de arquitectura, entre los que se destacan Del Pop Art a la Nueva Imagen, Ética y Estética del Entorno Urbano , Mitos y Magias del Fuego, el Oro y el Arte. Jorge Glusberg también se desempeñó como profesor invitado de diversas facultades de arquitectura, como las de Veracruz, México, de Muncie, Indiana, y de Nueva York.
Las crónicas de los diversos medios no dejan de nombrar su distanciamiento de la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes, que ejerció desde 1994 a 2003, institución a la que dio nueva vida y nuevos aires.
Debido a una investigación judicial por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública, esto es, supuestas conductas irregulares en la publicación de libros, catálogos y folletería entre 1996 y 1997, en 2003 se dispuso su alejamiento del cargo.
Cinco años después, en 2008, la Justicia revocó el procesamiento y reclamó al magistrado responsable de la causa cumplir con más medidas de prueba para confirmar o no la denuncia.
Director de la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires desde 1985, tras su salida del MNBA trabajaba en su fábrica de artefactos de iluminación Modulor, junto a su hijo Matías.
Hombre de tal labor y méritos para el arte y la arquitectura, de nuestro país y del mundo, su imagen pública merecía mejor definición que este desdibujarse en el tiempo de la sospecha no demostrada. En cuanto a su imagen personal, imposible dejar de nombrar su larga cabellera canosa, recogida, y su barba. Nunca vi una foto de Jorge Glusberg que no estuviera sonriente, atento y lúcido.
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