TALENTOS Y RECURSOS HUMANOS
Tema urgente para nuestro desarrollo y nuestras necesidades, sobreexigidos por la presentación incesante de novedades tecnológicas y humanas, que espolean continuamente los intereses de la sociedad, esta publicación reciente de Página 12, es un aporte al tema.
Los premios Nobel piensan cómo comunicar la ciencia
Por Martín
Cagliani
Desde
Lindau, Alemania
Varias discusiones entre premios Nobel y algunas de las charlas que
dieron versaban sobre esta pregunta: ¿necesitan los científicos decirle al
mundo qué están haciendo? “Puede ser una distracción para algunos
investigadores el comunicar la ciencia, pero es algo que hay que hacer”, dijo
Brian Kobilka, investigador estadounidense ganador del Premio Nobel de Química en
2012.
¿COMUNICAR LA CIENCIA?
“El conocimiento científico puede ser, a veces, algo complejo, por lo
que no es algo que se pueda transmitir a la población general”, nos dijo Werner
Arber, investigador suizo, a quien le otorgaron el Premio Nobel de Medicina en
1978. “Pero lo que se descubre con las investigaciones científicas puede
establecer un buen conocimiento científico de las leyes de la naturaleza. La
ciencia tiene que comunicarse al público general. Las decisiones políticas
están basadas en la mentalidad de la mayoría de la población, y esa mayoría no
son los científicos sino la población general; por eso es importante llevar el
conocimiento de las leyes de la naturaleza a ese público general.”
“A la ciencia dura resulta muy difícil volverla interesante para la
gente de fuera de ese campo científico”, nos comentó Harold Kroto, investigador
inglés, ganador del Premio Nobel de Química en 1996. “Es como recitar el poema
japonés más hermoso a gente que no entiende japonés. La gran mayoría de la
gente no comprende el lenguaje de la ciencia. El lenguaje de la ciencia no es
una explicación de sus aplicaciones. No se puede traducir la ciencia, a menos
que aprendas el lenguaje de la matemática y el álgebra.”
EL ROL DEL PERIODISMO
“El periodismo científico es un trabajo difícil, en parte porque la
ciencia real no suele ser muy excitante, y lo que suelo ver en las revistas
generales es supercuerdas, universos paralelos, que probablemente son ciencia
ficción. No hay evidencia para ello”, dijo Kroto. “Es imposible hacerle
entender la belleza de la ciencia a alguien que no entiende ese lenguaje. Los
periodistas son los intermediarios, pero 9 de cada 10 preguntas de los
periodistas son qué utilidad tiene eso.”
Les preguntamos a los Nobel qué responderían a la pregunta de qué
utilidad tiene su investigación. Si responderían de forma sincera o exagerando
un poco.
“A muchos científicos les gusta inflar las implicancias de sus
descubrimientos –sigue Kroto–. No digo que yo no lo haga, ya que a veces nos
preguntan cuáles son las aplicaciones, y resulta que muchas veces no existen
aplicaciones. Tan sólo nos permitió comprender cosas que antes no entendíamos.”
Brian Kobilka opina que “probablemente me ubicaría en algún lugar en
medio. Lo que podemos hacer es dar ejemplos del posible impacto que tendría en
la gente la investigación básica”.
La investigación básica es aquella que, a la vista de una persona fuera
de la ciencia, no tiene utilidad alguna, pero que para el avance de la ciencia
es primordial, ya que permite conocer mejor el mundo que nos rodea, y les
posibilita a los científicos lograr avances que eventualmente ayudarán a otras
tantas investigaciones más específicas, e incluso a investigaciones que
generarán aplicaciones prácticas.
Un ejemplo que le gusta dar a Kroto es el del láser. Los científicos que
lo desarrollaron no estaban buscando una solución para las cataratas en los
ojos, sino que estaban estudiando la física de los elementos, y décadas después
se descubrió que el láser servía para tratar problemas oculares. Aquí se puede
ver para qué sirve la investigación básica, que pareciera no tener utilidad
alguna, pero la tiene, sirve para conocer mejor nuestro universo, y es ese
conocimiento el que luego nos habilita a conseguir fines prácticos.
“Hablar al periodismo no es simple”, dijo Ada Yonath, investigadora
israelí, reconocida en 2009 con el Premio Nobel de Química por su trabajo
pionero con los ribosomas. “Pero puede ser muy beneficioso para el público
general. Explicar la ciencia dura al público general es un arte. Cuando veo los
ojos brillantes en la gente que me escucha, eso es lo que me da satisfacción, y
creo que les da a ellos un sentimiento real de lo que es la ciencia. Creo que
deberíamos hacer eso, tenemos que estar realmente conectados con el público,
sin importar si tienen 8 años ni cuáles son sus creencias; deberíamos tratar de
llevarles un sentimiento de lo que realmente es la ciencia.”
“El periodismo es muy importante como un amplificador de lo que los
científicos queremos contar; en mi experiencia esto funciona muy bien”, nos
dice Werner Arber. “Es importante que la ciencia esté presente desde la escuela
primaria. Los maestros deben reciclarse de vez en cuando para mantenerlos al
tanto de los avances científicos. Cuando uno deja la escuela, todavía vive por
muchas décadas, espero, y no va más a la escuela, por eso aquí es importante el
periodismo, para llevarles las novedades o el conocimiento científico, y lo que
eso implica para nuestra vida diaria. Una consecuencia desagradable de no divulgar
la ciencia es la moda de negarla, como el negar las vacunas, el calentamiento
global, etcétera.”
NEGAR LA CIENCIA
“Negar la ciencia es ridículo”, opina Harold Kroto. “Podrá suceder que
ciertos experimentos no estén completados, y que no se conozca con certeza qué
sucede con cierto problema, pero sí se puede analizar la evidencia, y ver hacia
dónde apunta, como por ejemplo con el cambio climático, en el cual la evidencia
que se tiene hasta el momento apunta a que tenemos un problema importante. Negar
la ciencia es estúpido. Esto viene de un malentendido de lo que la ciencia es.”
“Creo que es muy importante que a los niños se les enseñe, en las
escuelas, a decidir qué es verdad y qué no”, continúa Kroto. “Ya que es claro
que a muchos niños se les enseñan cosas sobre las cuales no hay evidencia, como
las creencias religiosas, y es por eso que hay docenas de religiones. Pero si
se tiene un sistema en el que se acepta que algo es verdad sin la evidencia, se
tiene un problema que es algo que hay que solucionar. Si tenés grandes
cantidades de personas en tu comunidad que aceptan cosas para las cuales no
tienen evidencias, entonces terminás con políticos que aceptan cosas sin
evidencias, y entonces tomarán decisiones en base a lo que les gustaría que
fuera, en vez de lo que realmente es. Y un buen ejemplo es la decisión de
invadir Irak sin evidencia de la existencia de armas de destrucción masiva.
Miles de personas murieron por tomar decisiones que no se basaron en la
evidencia”.
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