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viernes, 5 de abril de 2013

Ante las inundaciones docentes bonaerenses abren las escuelas para socorrer a los evacuados dejando de lado sus reclamos

Maestros y profesores bonaerenses decidieron suspender las medidas de fuerza por reclamo de incremento salarial programadas esta semana previstas para esta semana y el paro de 72 horas que se iniciaría el lunes próximo y se abocaron a trabajar con las víctimas del temporal, ante la catástrofe en la provincia de Buenos Aires, golpeada por un temporal que dejó 51 muertos en La Plata y otros 8 muertos en el Gran Buenos Aires -C.A.B.A. + Conurbano Bonaerense-, cientos de evacuados -en estos momentos 400 en La Plata y 900 en La Matanza- y pérdidas materiales en numerosos hogares. Para ello los docentes abrieron las escuelas a la comunidad, recibiendo alumnos, sus familiares y otros damnificados.

   En consenso con el Frente Gremial Docente Bonaerense, el Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires decidió suspender las medidas programadas para esta semana y habilitar las sedes gremiales de los distritos afectados para campañas solidarias y recepción de donaciones.  La secretaria gremial de Suteba, María Laura Torre, dijo que el sindicato 

        - se transformó en centro de evacuados en los distritos de La Plata, Tigre, La Matanza, San Fernando y San Martín y pidió donaciones de pañales, leche en polvo, agua, frazadas y colchones.

    El Frente, que integran SUTEBA, FEB, UDA, AMET y SADOP, afirmó en un comunicado 
                    
    - como siempre lo hicimos en cada difícil situación que afectó duramente la vida de nuestras comunidades –como por ejemplo la gripe A, la crisis política y económica de 2001 y la tormenta de 2012- vamos a estar presentes en nuestras escuelas, en nuestras sedes gremiales, solidariamente, colaborando con nuestros compañeros maestros y profesores, con nuestros alumnos y sus familias, afectados por la durísima tormenta que aconteció en estos días. Abrazamos fraternal y solidariamente, en estos difíciles momentos, a todas las comunidades damnificadas.

Los maestros son los únicos trabajadores y profesionales que han abierto sus instituciones - incluso día y noche- para los damnificados.

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