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martes, 5 de noviembre de 2013

Insomnio y salud: para abrir los ojos




DESAFÍO DE BIENESTAR



Una nota que acerca información sobre las consecuencias de la pérdida de descanso. tema creciente en la actualidad 


Enlace y reseña de la nota publicada en Diario popular



Ese maldito mal llamado insomnio



La falta de sueño reparador puede afectar nuestras capacidades en lo cotidiano, pero también dejar secuelas graves a futuro. Falta de concentración, irritabilidad y estrés, surgen como síntomas inmediatos. Cómo anticiparse a sus peligrosos síntomas y cuáles son las horas recomendables, según la edad y las circunstancias.

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La dificultad para dormir llamada también insomnio, puede implicar problemas complejos y de difícil resolución al momento de conciliar el sueño. En tal caso, acostarse en la noche y despertarse frecuentemente, representa para muchos una tortura.
Casi todas las personas tienen noches de desvelo ocasionalmente y para la mayoría de ellas es un problema si deben levantarse muy temprano en la mañana.
La falta de sueño reparador puede afectar la capacidad de la persona para cumplir con sus responsabilidades diarias, ya sea porque están demasiado cansadas o porque tienen problemas para concentrarse en el trabajo o en la vida diaria.
Todos los tipos de insomnio pueden llevar a la somnolencia diurna, cansancio, o desconcentración e incapacidad para sentirse renovado y descansado en la mañana.
La mayoría de los adultos se desempeñan bien durmiendo aproximadamente 8 horas cada noche hasta los 60 años de edad, después 6 horas pueden ser suficiente. Aunque los adultos mayores necesitan dormir menos, casi la mitad de estas personas sufren algún grado de insomnio.
La clave pasa por uno
La mejor medida de la cantidad de sueño que una persona necesita es la forma como se siente. Si se despierta sintiéndose renovado es porque está durmiendo lo suficiente.
Para algunas personas, sobre todo los jóvenes, este bienestar se logra durmiendo solo 4 horas, mientras que otros pueden necesitar hasta 10 horas de sueño para poder sentirse descansado.
Es bueno entender que el uso de sedantes de acción prolongada para tratar el insomnio puede, al contrario, empeorar el problema con el tiempo. Los antihistamínicos pueden igualmente llevar a algunas dificultades y con el tiempo afectar la memoria.
En principio, las cosas como son: los sedantes fuertes que necesitan receta no proporcionan un sueño natural y tranquilo. Sus efectos inciden en otras funciones, incluso alterándolas. Además la persona puede desarrollar tolerancia o dependencia de estas drogas que no es nada bueno.
En este caso, la misma dosis de la droga ya no produce sueño, lo cual puede llevar a que la persona lo intente con una dosis más alta y es posible que entonces tanga problemas secundarios.
En la mayoría de las personas los problemas de insomnio son generalmente ocasionados por los malos hábitos para dormir y casi nunca por una grave enfermedad.
Sin embargo si se están presentando problemas para conciliar El sueño, ya sea por grandes preocupaciones, ansiedad, malestares estomacales etc. Es necesario someterse a una evaluación de los niveles de depresión, ya que El insomnio es un síntoma clave de este trastorno.
Distintos efectos:
Inmediatos, de aparición momentánea, permanentes o a futuro, los problemas generados por el insomnio, son tantos como las secuelas que nos dejan si no los controlamos a tiempo. Envejecimiento, cambios en la postura, reducción en los niveles de energía, pero también fatiga e irritabilidad, lideran la lista de dificultades que agravan la salud.
Con todo esto, una consulta con un psiquiatra, médico o un profesional de la salud mental puede servir para evaluar los trastornos psiquiátricos que pueden llevar al insomnio y combatirlos en el acto.
En otro orden de cosas hay que entender que en las personas deprimidas los antidepresivos usualmente pueden ayudar no sólo a mejorar los trastornos del sueño, sino también los de la depresión.
Estos medicamentos no ocasionan las mismas preocupaciones acerca de la dependencia y la tolerancia como los sedantes.
Por supuesto debe asumirse que el insomnio se corresponde con sus características, a la edad del sujeto. En el caso de los adultos mayores, por ejemplo, puede darse por envejecimiento, pero también debido al alcoholismo y, curiosamente a la suspensión abrupta del alcohol después de un largo período de consumo. El cambio intempestivo, incide.
Por supuesto que los cambios de humor y ánimo repercuten en el descanso, ansiedad, depresión grave, cambio de casa, influyen directamente, lo mismo que otros aspectos como alergia, excitación, angustia, o desajuste de horarios. Enfermedades tales como artritis reumatoidea, agrandamiento de la próstata, cistitis, acidez estomacal, problemas cardíacos o pulmonares son caldo de cultivo para el mal sueño.

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