DESAFÍO
DE BIENESTAR
Una nota que acerca información sobre las consecuencias de la pérdida de descanso. tema creciente en la actualidad
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y reseña de la nota publicada en Diario popular
Ese maldito mal llamado insomnio
La falta de sueño reparador puede afectar nuestras
capacidades en lo cotidiano, pero también dejar secuelas graves a futuro. Falta
de concentración, irritabilidad y estrés, surgen como síntomas inmediatos. Cómo
anticiparse a sus peligrosos síntomas y cuáles son las horas recomendables,
según la edad y las circunstancias.
Notas relacionadas
La dificultad para dormir llamada también insomnio,
puede implicar problemas complejos y de difícil resolución al momento de
conciliar el sueño. En tal caso, acostarse en la noche y despertarse
frecuentemente, representa para muchos una tortura.
Casi todas las personas tienen noches de desvelo
ocasionalmente y para la mayoría de ellas es un problema si deben levantarse
muy temprano en la mañana.
La falta de sueño reparador puede afectar la capacidad de la
persona para cumplir con sus responsabilidades diarias, ya sea porque están
demasiado cansadas o porque tienen problemas para concentrarse en el trabajo o
en la vida diaria.
Todos los tipos de insomnio pueden llevar a la somnolencia
diurna, cansancio, o desconcentración e incapacidad para sentirse renovado y
descansado en la mañana.
La mayoría de los adultos se desempeñan bien durmiendo
aproximadamente 8 horas cada noche hasta los 60 años de edad, después 6 horas
pueden ser suficiente. Aunque los adultos mayores necesitan dormir menos, casi
la mitad de estas personas sufren algún grado de insomnio.
La clave pasa por uno
La mejor medida de la cantidad de sueño que una persona
necesita es la forma como se siente. Si se despierta sintiéndose renovado es
porque está durmiendo lo suficiente.
Para algunas personas, sobre todo los jóvenes, este
bienestar se logra durmiendo solo 4 horas, mientras que otros pueden necesitar
hasta 10 horas de sueño para poder sentirse descansado.
Es bueno entender que el uso de sedantes de acción
prolongada para tratar el insomnio puede, al contrario, empeorar el problema
con el tiempo. Los antihistamínicos pueden igualmente llevar a algunas
dificultades y con el tiempo afectar la memoria.
En principio, las cosas como son: los sedantes fuertes que
necesitan receta no proporcionan un sueño natural y tranquilo. Sus efectos
inciden en otras funciones, incluso alterándolas. Además la persona puede
desarrollar tolerancia o dependencia de estas drogas que no es nada bueno.
En este caso, la misma dosis de la droga ya no produce
sueño, lo cual puede llevar a que la persona lo intente con una dosis más alta
y es posible que entonces tanga problemas secundarios.
En la mayoría de las personas los problemas de insomnio son
generalmente ocasionados por los malos hábitos para dormir y casi nunca por una
grave enfermedad.
Sin embargo si se están presentando problemas para conciliar
El sueño, ya sea por grandes preocupaciones, ansiedad, malestares estomacales
etc. Es necesario someterse a una evaluación de los niveles de depresión, ya
que El insomnio es un síntoma clave de este trastorno.
Distintos efectos:
Inmediatos, de aparición momentánea, permanentes o a futuro,
los problemas generados por el insomnio, son tantos como las secuelas que nos
dejan si no los controlamos a tiempo. Envejecimiento, cambios en la postura,
reducción en los niveles de energía, pero también fatiga e irritabilidad,
lideran la lista de dificultades que agravan la salud.
Con todo esto, una consulta con un psiquiatra, médico o un
profesional de la salud mental puede servir para evaluar los trastornos psiquiátricos
que pueden llevar al insomnio y combatirlos en el acto.
En otro orden de cosas hay que entender que en las personas
deprimidas los antidepresivos usualmente pueden ayudar no sólo a mejorar los
trastornos del sueño, sino también los de la depresión.
Estos medicamentos no ocasionan las mismas preocupaciones
acerca de la dependencia y la tolerancia como los sedantes.
Por supuesto debe asumirse que el insomnio se corresponde
con sus características, a la edad del sujeto. En el caso de los adultos
mayores, por ejemplo, puede darse por envejecimiento, pero también debido al
alcoholismo y, curiosamente a la suspensión abrupta del alcohol después de un
largo período de consumo. El cambio intempestivo, incide.
Por supuesto que los cambios de humor y ánimo repercuten en
el descanso, ansiedad, depresión grave, cambio de casa, influyen directamente,
lo mismo que otros aspectos como alergia, excitación, angustia, o desajuste de
horarios. Enfermedades tales como artritis reumatoidea, agrandamiento de la
próstata, cistitis, acidez estomacal, problemas cardíacos o pulmonares son
caldo de cultivo para el mal sueño.
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