La noticia se difunde por todos los medios. Es la primera entrevista concedida a la televisión, precisamente a la RAI Uno, la cadena pública italiana, de modo que Benedicto XVI inauguró esta via de acercamiento a los fieles. En el programa A su imagen se difundió una entrevista grabada previamente, con el Papa contestando preguntas del público.
El coloquio se centró en el sufrimiento humano. Benedicto XVI decidió responder a siete preguntas, ante el éxito de esta convocatoria, superando los tres cuestionarios que tendría en cuenta según el organigrama de esta conferencia.
El Papa consoló a católicos de Costa de Marfil, que están en medio de una sangrienta guerra civil y de Irak, azorados por la emigración de conciudadanos cristianos ante la persecución de fanáticos islámicos.
Invitó a todas las partes… a renunciar a la violencia y buscar las vías de la paz. Y a los cristianos perseguidos de Irak, Benedicto XVI les llamó a perseverar, asegurándoles que el Vaticano continuará presionando a las autoridades de Bagdad para que garanticen el respeto de todas las convicciones religiosas en Irak.
Así señaló también a una feligresa de Costa de Marfil que la Iglesia interviene en todos los foros y ante las autoridades para superar la violencia.
Una mujer italiana, que estaba al lado de su hijo de 40 años, en coma irreversible hace tres años, le preguntó al Papa si el alma de Francesco había abandonado su cuerpo.
Benedicto XVI dio una respuesta memorable, de fe, esperanza y consuelo,
- ciertamente el alma está presente en su cuerpo, es como una guitarra que tiene las cuerdas rotas y no se puede tocar. Pero estoy seguro de que esta alma escondida siente en su profundidad la presencia de vuestro amor.
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