En ¿Qué piensan los hombres?, programa
de TV transmitido por Fox life, Araceli González entrevista a Joaquín Furriel.
Comentando cómo aprende de Eloísa, su pequeña hija, cita a Sísifo.
Sísifo es condenado
por los dioses a subir una piedra hasta la cima de la montaña, pero rueda y
nunca completa su meta. Sufrirá la burla de los dioses por la eternidad. Joaquín
aprendió de su hija a sobrellevar las dificultades con una sonrisa, actitud
positiva, redondea.
La mitología griega llegaba adonde
no alcanzaba su filosofía. Así cada mito tiene varias versiones. No se trata de
que una valga más que otra. Todas tienen sentido la búsqueda de la certeza, y serán articuladas
en una verdad más amplia, que incluya a los desenlaces presentados.
En la versión con que conocí el
mito, en palabras de mi abuelo y en libros de papel, Sisifo completa su penalidad, que recomenzará cada día.
Una versión apunta a señalar la frustración
de no alcanzar nunca el éxito, otra marca lo efímero del éxito humano, nada es
para siempre y el éxito, por completo que sea, alguna vez se despedirá de
nosotros.
No completar el triunfo, saber que
un logro no es para siempre, reflexionar sobre el absurdo de la vida –el ensayo
de Camus sobre Sísifo-, nos remiten al destino humano: recomenzar cada vez.
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