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martes, 1 de abril de 2014

TV: las Narconovelas traen rating y polémicas


Enlace y reseña de la nota publicada en  Clarin

TELEVISIÓN / NARCONOVELAS

Narconovelas: Entre el rating y la polémica

Arrasan con las audiencias en toda América latina, y cada vez se producen más. Pero también crecen las críticas. Con la repercusión de “Escobar...” y “El señor de los cielos”, por Canal 9, la discusión llegó también a la Argentina.

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27.03.2014
“Las narconovelas venden antivalores y fomentan la violencia en la sociedad”. “El problema es la cocaína y la inequidad social, no las telenovelas”. En estas dos posturas podría sintetizarse, simplificando, la gran polémica que viene generando ese subgénero del melodrama que ha dado en llamarse “narconovela”.
Tienen la estructura de las telenovelas; la superproducción millonaria (hasta 100 mil dólares por capítulo) y la dinámica narrativa de las series, y sus personajes son ni más ni menos que los narcotraficantes, ficticios o reales.
En la Argentina el subgénero pasó sin mover las aguas hasta que llegó Escobar, el patrón del mal y la tele redescubrió un filón y un rating que ahora intenta repetir con El señor de los cielos (a las 22). ¿Mérito exclusivo de un producto de excelente factura? ¿O un clima social que empieza a ser propicio y a estimar como más “cercana” la problemática? Mientras Canal 9 logró ubicar a Escobar ... (lunes a viernes a las 22.30) varias veces entre los programas más vistos del día, con promedios cercanos a los 10 puntos de rating, y mantiene El señor... entre 7 y 9 puntos, ganándole el prime time a América, la narconovela, polémica o no, continúa su expansión, con productos realizados, básicamente, en Colombia y en las cadenas estadounidenses de habla hispana. Y ya no bucean en las historias de los ‘80, sino también en la más sonada actualidad, como con El barón de la droga, la biografía del Chapo Guzmán, el hombre más buscado del mundo, que cayó preso el mes pasado. Quien la escribe, para Univisión, no es otro que Andrés López López, alias Florecita, el ex narco que pergeñó El cartel de los sapos mientras cumplía su condena en una cárcel de los Estados Unidos. Telemundo estrenó el mes pasado en ese país Camelia, la tejana, historia inspirada en el narcocorrido de Los Tigres del Norte, y llegó al primer puesto en Miami, incluida la TV angloparlante. Y el Cartel de Cali tendrá su propia novela con En la boca del lobo, que ya comenzó a grabarse en Colombia.
Pero las críticas están a la orden del día. En México, las autoridades no permitieron a los canales emitir El señor de los cielos “por sus escenas de violencia”, mientras en Colombia hay campañas que instan a los televidentes a boicotear a los anunciantes de estas novelas. Hasta los presidentes de Panamá y de Venezuela -de muy distinta orientación política-, y artistas como el cantante Carlos Vives se pronunciaron en contra, igual que algunas asociaciones de familiares de víctimas del narcotráfico. Sin embargo, por sólo poner un ejemplo, Juana Uribe y Camilo Cano, los productores ejecutivos de Escobar... son, ellos mismos, parientes directos de víctimas de los narcos. “Se debe mostrar lo que pasó para nunca volver atrás”, sostuvo él.
“El narcotráfico ha generado millones de historias sorprendentes, y la TV no las tocaba. Entonces llegaron los gringos y empezaron a contarlas a su manera, hasta que reaccionamos. Pero es un asunto muy delicado: en cada línea, en cada personaje, tenemos que preguntarnos en qué momento el narco puede convertirse en un héroe ...”, le dijo a Clarín Fernando Gaitán, autor de Café con aroma de mujer y Yo soy Betty, la fea.

Todo esto empezó en 2006 con la colombiana Sin tetas no hay paraíso, sobre una adolescente que, como tantas de su barrio, soñaba convertirse en amante de un narco para acceder a una vida de lujos. Claro que, más allá de la anécdota central, retrataba una cultura y una sociedad atravesada por distintas formas de corrupción. La novela -que aquí emitió Canal 9 en 2008- fue un éxito tal que la replicaron de inmediato en España y en los Estados Unidos, cambiando ‘tetas’ por ‘senos’ y bastante más. Tras ella llegaron una veintena de títulos como Correo de inocentes, La diosa coronada, La ruta blanca, Alias el mexicano y Rosario Tijeras, entre otras, a las que se suman las emitidas en la Argentina -por Canal 9- El cartel, Las muñecas de la mafia, El capo y La reina del sur. “Escobar... es una realización distinta, y la figura es más cercana a nosotros, hasta por el hecho de que su familia vive acá. Y, claro, la coyuntura regional es innegable”, explica Diego Toni, gerente de programación del 9.
¿Y por casa? ¿Deberíamos hacer narconovelas? “El patrón del mal que tanto nos inquieta fue un éxito por donde pasó. El señor de los cielos también tuvo números felices. Es la hora de las narco novelas. Pero, se nos queman los papeles ante el suceso de Avenida Brasil. Es la hora de las novelas de venganza. Así que pongámonos a escribir historias de niñas abandonadas clamando justicia o peripecias con narcos y tenemos la vaca atada -ironiza la autora y periodista Teresa Donato-. Ojalá fuera tan fácil... Personalmente, creo que lo que las hace triunfar es que están bien escritas, producidas y actuadas. Si una de estas tres variables falla bailamos en el Titanic. Les pregunté a mis alumnos de guión, qué ficción argentina miraban. ¿Respuesta mayoritaria? Ninguna. Esto sí debería desvelarnos: para muchos, nuestra tele no es una opción y los números parecerían demostrarlo. ¿Reaccionamos o seguimos opinando?”. Para su colega Marcelo Camaño “Colombia encontró en las historias reales de personajes conocidos una posibilidad concreta de contarse a sí misma. El público respondió porque le interesa sentirse reflejado en su cotidiano, en su identidad”. Y agrega: “Nuestro país está abarrotado de historias reales muy seductoras para llevar a la TV. Lo que faltan son productores que entiendan que ahí también hay un negocio”.
En el mismo sentido, recuerda Jorge Maestro que “En Latinoamérica hace rato que historias como Escobar... dan vueltas. La impecable factura y la presencia de autores con una obra orgánica hacen un producto de excelencia. Cuando los autores argentinos seamos convocados para reflexionar acerca de temas que nos involucran a todos, como fueron Nosotros y los miedos, Atreverse, Zona de riesgo o Tumberos, nuestras series con narcos, corruptos, o familias disfuncionales atraparán al público y volveremos a ganar el mercado internacional hablando de nuestra propia aldea.”

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