Acerca de Chau Tabú: códigos y lenguaje de los jóvenes

Opinión

Una experiencia con los códigos y el lenguaje de los jóvenes

Comentá3

inShare

    

Desde Fundación Huésped validamos y acompañamos los contenidos de Chau Tabú, el sitio de la Dirección de Juventud del gobierno de la ciudad, una experiencia por demás interesante en la que el Estado se presenta frente a los jóvenes como una fuente de consulta para sus dudas sobre sexualidad. Un estudio realizado en 2011 por Fundación Huésped, junto con Unicef, entre adolescentes de 14 a 19 años, registró que ocho de cada diez no habían realizado ninguna consulta sobre salud sexual y reproductiva durante el último año. Sin embargo, casi el 60% se había iniciado sexualmente a una edad promedio de 15 años. El 13% de las entrevistadas estuvieron alguna vez embarazadas, casi la mitad de ellas (46%) tuvo su primer embarazo entre los 16 y 17 años, y una de cada cuatro (25%) en una edad menor a los 15 años.

En general, los adolescentes se autoperciben y son percibidos como una población sana y el cuidado de la salud no suele considerarse tan prioritario como en otros grupos de población. A esto se suma el predominio de una cultura no preventiva y la escasez de "servicios de salud amigables" orientados a esta población. Paralelamente, el acceso y consumo de tecnologías de la información es muy extendido.
Entre los adolescentes que participaron del estudio, el 60% tenía computadora en su casa y el 78% poseía celular. El 80% usaba Internet. El 48% lo hacía todos los días y el 35%, varios días a la semana. Pero casi ninguno lo utilizaba para conocer sobre salud sexual y reproductiva. Por eso iniciativas como ChauTabú son importantes al hablarles a los adolescentes con un lenguaje y una estética afines al público al que va dirigido.
Dado el amplio acceso, uso e interés que poseen los adolescentes en estas tecnologías, estrategias de promoción y prevención en salud sexual y reproductiva que las incorporen para capitalizar esta atención resultan de suma utilidad. El mayor desafío se vincula a que las campañas realizadas a través de estos medios se construyan tomando en consideración los códigos y el lenguaje de los adolescentes, que logren la confianza y la claridad necesarias para interpelarlos.
Las críticas desde algunos sectores ultraconservadores se corresponde con la voluntad de quienes se oponen a que los jóvenes se eduquen sobre su salud sexual, según lo que marca la legislación vigente, tanto la de educación sexual integral como la de salud sexual y reproductiva y procreación responsable.
La supuesta polémica, además de quitarnos tiempo, lo único que produce es que la Dirección de Juventud deba responder comentarios, petitorios y no pueda enfocarse al 100% en la búsqueda de que más y más jóvenes conozcan y se informen a través de la página..
Leandro Cahn