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y reseña de la nota publicada en La Nación
La vulnerabilidad es mayor entre las mujeres
La tasa de desempleo en las jóvenes de 18 a 24 años casi duplica la de los varones de esa edad
La participación de los jóvenes de 18 a 24 años en el mercado laboral pasó, en los últimos diez años, de 62,3 a 54,8%. La caída
fue mucho más pronunciada en el caso de las mujeres, entre quienes la
tasa se redujo de 54,9 a 43%, según el estudio elaborado por el Ieral
sobre la base de datos oficiales de la encuesta de hogares del Indec.
Esos porcentajes indican cuántos jóvenes trabajan o buscan trabajo sin
conseguirlo.
La variación negativa de la tasa de actividad responde a varios factores
. Uno de ellos es que, por la mejora de la situación económica (en el
tercer trimestre de 2002 había comenzado la recuperación de la
actividad, tras los años de recesión y la fuerte crisis de 2001) hubo
jóvenes que pudieron dejar de trabajar o de buscar trabajo para
dedicarse al estudio. Los números indican que el fenómeno se explica en
parte por esa razón: según el Ieral, entre 2003 y 2013 el porcentaje de
jóvenes varones que sólo estudian pasó de 23,3 a 26,4%, en tanto que
entre las mujeres hubo una suba del 25,8 al 34%. Pese a esa evolución,
también creció en ese período la tasa de jóvenes que no estudian ni
trabajan.
Además, habría incidido en la caída de la tasa de
participación laboral femenina, según el informe de la consultora, el
pago de la Asignación Universal por Hijo, que comenzó a fines de 2009.
Es un hecho vinculado directamente con los altos índices de pobreza
(según la última Encuesta de la Deuda Social de la UCA, afecta al 26,9%
de la población). El informe del Ieral afirma que el retroceso de la
tasa de actividad en las mujeres va a contramano de lo que ocurre en
países en desarrollo y con mercados laborales fortalecidos. Para mejorar
en ese aspecto, se señala, hacen falta estrategias de contención
social, como esquemas de licencias compartidas entre varones y mujeres,
entre otras.
Lo cierto es que las mujeres sufren mayor
vulnerabilidad en el mundo laboral, y la población joven no es la
excepción. Según los datos de la UCA (que releva a más de 5700 hogares),
en la población femenina de entre 18 y 24 años la desocupación llegó en
2012 a 31,6%, mientras que entre los varones de esa franja el índice se
ubicó en 16,3%. Ese mismo trabajo refleja que, si se considera a la
población juvenil económicamente activa, tres de cada diez logran
acceder a un empleo en blanco. El índice medido sobre el conjunto de
personas de todas las edades tampoco es alentador: el 44% de la
población activa accede a esa condición laboral deseable.
Problemas en la juventud
Vulnerables
Los jóvenes sufren un desempleo de 19,5%, y entre los ocupados, el 54% es informal; además, 15,3% no estudia ni trabaja.
Plan Progresar
El subsidio de $ 600 que dará el Gobierno alcanzará a parte de los 2,5 millones de jóvenes con problemas de inclusión.
Requisitos
Tener entre 18 y 24 años, estudiar y no tener ingresos de más de $ 3600 mensuales..
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y reseña de la nota publicada en La Nación
La vulnerabilidad es mayor entre las mujeres
La tasa de desempleo en las jóvenes de 18 a 24 años casi duplica la de los varones de esa edad
La participación de los jóvenes de 18 a 24 años en el mercado laboral pasó, en los últimos diez años, de 62,3 a 54,8%. La caída
fue mucho más pronunciada en el caso de las mujeres, entre quienes la
tasa se redujo de 54,9 a 43%, según el estudio elaborado por el Ieral
sobre la base de datos oficiales de la encuesta de hogares del Indec.
Esos porcentajes indican cuántos jóvenes trabajan o buscan trabajo sin
conseguirlo.
La variación negativa de la tasa de actividad responde a varios factores
. Uno de ellos es que, por la mejora de la situación económica (en el
tercer trimestre de 2002 había comenzado la recuperación de la
actividad, tras los años de recesión y la fuerte crisis de 2001) hubo
jóvenes que pudieron dejar de trabajar o de buscar trabajo para
dedicarse al estudio. Los números indican que el fenómeno se explica en
parte por esa razón: según el Ieral, entre 2003 y 2013 el porcentaje de
jóvenes varones que sólo estudian pasó de 23,3 a 26,4%, en tanto que
entre las mujeres hubo una suba del 25,8 al 34%. Pese a esa evolución,
también creció en ese período la tasa de jóvenes que no estudian ni
trabajan.Además, habría incidido en la caída de la tasa de participación laboral femenina, según el informe de la consultora, el pago de la Asignación Universal por Hijo, que comenzó a fines de 2009. Es un hecho vinculado directamente con los altos índices de pobreza (según la última Encuesta de la Deuda Social de la UCA, afecta al 26,9% de la población). El informe del Ieral afirma que el retroceso de la tasa de actividad en las mujeres va a contramano de lo que ocurre en países en desarrollo y con mercados laborales fortalecidos. Para mejorar en ese aspecto, se señala, hacen falta estrategias de contención social, como esquemas de licencias compartidas entre varones y mujeres, entre otras.
Lo cierto es que las mujeres sufren mayor vulnerabilidad en el mundo laboral, y la población joven no es la excepción. Según los datos de la UCA (que releva a más de 5700 hogares), en la población femenina de entre 18 y 24 años la desocupación llegó en 2012 a 31,6%, mientras que entre los varones de esa franja el índice se ubicó en 16,3%. Ese mismo trabajo refleja que, si se considera a la población juvenil económicamente activa, tres de cada diez logran acceder a un empleo en blanco. El índice medido sobre el conjunto de personas de todas las edades tampoco es alentador: el 44% de la población activa accede a esa condición laboral deseable.
Problemas en la juventud
VulnerablesLos jóvenes sufren un desempleo de 19,5%, y entre los ocupados, el 54% es informal; además, 15,3% no estudia ni trabaja.
Plan Progresar
El subsidio de $ 600 que dará el Gobierno alcanzará a parte de los 2,5 millones de jóvenes con problemas de inclusión.
Requisitos
Tener entre 18 y 24 años, estudiar y no tener ingresos de más de $ 3600 mensuales..
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