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y reseña de la nota publicada en La Nación
Una pintura virtual, pero bastante real, de cómo somos y qué hacemos
Internet es el oráculo que todo lo sabe
y responde, y una bitácora que todo lo registra. Es eso y mucho más,
claro. Para los solitarios puede ser hasta ese amigo que está siempre
dispuesto, las 24 horas, a escucharte. Hay quienes dialogan con las
redes sociales buscando ese confidente. La web no se amilana, ofrece
soluciones y definiciones, y es capaz de responder a preguntas del
estilo... "¿Cómo salió Independiente?" o "¿Cómo son los niños?", dos
cosas que los argentinos quisieron efectivamente saber este año y, como
es sabido, no son fáciles de definir ni para el buscador de Google. La
Red también es capaz de recoger y potenciar afirmaciones del tipo "Estoy
en Puerto Madero" -el lugar con más check in del Facebook criollo- o
"Tengo una nueva relación", el acontecimiento personal más citado en la
red social.
Las listas que para final de año difunden como balance
las empresas que alojan esta información o desarrollaron los algoritmos
"capaces" de responder (Google, Facebook, Twitter, Yahoo!, etc.) son
apenas una pequeña radiografía de todo lo que decimos y hacemos.
Incluso, de lo que preferimos quede subsumido en un adolescente "fuimos
todos", como meternos en la intimidad ajena deliberada o accidentalmente
expuesta, ¡y en video!La Web también es el lugar donde aprendemos sobre la misma Red: sobre tecnologías y sobre prácticas sociales. De allí que entre las definiciones más buscadas con la pregunta "qué es..." los argentinos hayan querido saber qué son los "bots" -programas informáticos que imitan el comportamiento de un humano- o "cómo eliminar 22find" -un programa hijacker que modifica la página de inicio del navegador-.
Y también quisimos saber qué son esas nuevas conductas (no siempre buenas) que vemos en nosotros mismos y están vinculadas con esta era, como "stalkear", una suerte de espionaje lícito sobre lo que alguien hace o comenta en las redes sociales y sitios web. También le preguntamos sin vergüenza a la "matrix" sobre lo que tal vez deberíamos saber: "¿Cómo se vota?" o "¿Qué es un jesuita?", ambas cuestiones que estuvieron entre lo más preguntado por los argentinos en 2013.
Es cierto que estos datos tienen aún un sesgo generacional (no todas las edades se vinculan igual con Internet) y de nivel socioeconómico (acceso real a dispositivos y a conexión). Además, aunque estas plataformas lo saben todo (porque se lo contamos voluntariamente), sólo ofrecen un recorte de toda esa información ( big data , como empieza a llamársela).
La Web nos desnuda, revela lo que nos atrae, preocupa o divierte. El rastro que allí dejamos es una cada vez más nítida pintura de época, un registro del agregado social de sentimientos e intereses. Un espejo donde podemos mirarnos y decir "Me gusta". O todo lo contrario..
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