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aica.org | Especial | Fiestas Patronales
Martes 16 Sep 2014 | 09:12 am
Salta (AICA):
Unos 850.000 fieles, según cálculos de la policía salteña, participaron
este lunes en la ciudad de Salta de la procesión en honor del Señor y
la Virgen del Milagro, que llevó por lema ¨Sembremos la alegría del
Milagro y el encuentro renovemos¨. En ese marco, el arzobispo de Salta,
monseñor Mario Cargnello, renovó el Pacto de Fidelidad. El prelado
criticó a quienes ¨hacen de la mentira un recurso engañando para dominar
a los demás¨, sea en los negocios o ¨en el ejercicio del poder, sea
político o religioso” y pidió “por favor” a quienes trafican drogas que
“paren la mano”, porque no pueden “comer sobre el cadáver de jóvenes que
se nos mueren”.
Estiman que unos 30.000, muchos de ellos en peregrinación tras cientos de kilómetros a pie, llegaron desde otros puntos salteños y de provincias y países vecinos.
La procesión con la Cruz Primitiva y las imágenes de la Virgen de las Lágrimas y del Señor y la Virgen del Milagro partió a las 15 de la catedral-basílica hasta el monumento 20 de Febrero con unas 15 cuadras cubiertas de fieles que reiteraban la fórmula "Señor, Tú eres Nuestro y nosotros somos Tuyos".
Allí, el arzobispo de Salta y vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Mario Antonio Cargnello, renovó el Pacto de Fidelidad de los salteños.
El prelado criticó a quienes "hacen de la mentira un recurso engañando para dominar a los demás", sea en los negocios o "en el ejercicio del poder, sea político o religioso. Que nunca mintamos porque dañamos lo más digno del ser humano, que es la necesidad de conocer la verdad, vivir en la verdad. No hay libertad sin verdad".
Asimismo, exhortó a acompañar a quienes quieren salir del flagelo de la droga, por “el sufrimiento y el dolor de sus padres y por el llanto de sus hijos” y pidió “por favor” a quienes trafican drogas que “paren la mano”, porque no pueden “comer sobre el cadáver de jóvenes que se nos mueren”.
“Buscamos un nuevo espíritu, marcado por la laboriosidad”, afirmó e instó a ser “ciudadanos de un mundo cultivado a la medida de la persona humana”. Luego, destacó que “necesitamos recuperar la amistad social” y sostuvo que “la justicia necesita del respeto a la ley”.
Monseñor Cargnello llamó a “ser audaces en la creación de fuentes de trabajo” y afirmó que “poder descubrirse cada día como alguien capaz de comer su propio pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, y no de la dádiva que humilla, es un derecho humano y una responsabilidad de todos”.
También pidió al que tiene trabajo que “lo cuide y lo dignifique” y que la sociedad “reconozca y premie al que trabaja y no al que especula, engaña o roba”.
El arzobispo salteño sostuvo que, junto al trabajo, la educación es “la tarea que sostiene el presente y asegura el futuro”, por lo que indicó: “Nuestros niños y jóvenes tienen derecho a una educación de calidad, como la que ha caracterizado a esta patria argentina”.
Entre las autoridades que participaron de la procesión estaban el vicegobernador, Andrés Zottos, y el intendente de la ciudad de Salta, Miguel Isa, además de ministros y secretarios provinciales.
El gobernador, Juan Manuel Urtubey, no participó de este acontecimiento religioso, considerado uno de los más convocantes del país, luego de suspender las actividades de su agenda por duelo tras el fallecimiento de su sobrino Bautista, de 17 años, en un trágico accidente ocurrido en la madrugada del domingo.
Texto completo del mensaje
“Construir una Patria más justa y fraterna”
El obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, presidió el lunes por la mañana la solemne misa del Triduo Pontifical que concelebraron monseñor Cargnello y los obispos Pedro Olmedo, de Humahuaca; Martín de Elizalde, de Nueve de Julio y César Daniel Fernández, de Jujuy.
En la homilía, el prelado riojano se refirió a la entrega de “Jesús que nos ilumina para hacernos grano de trigo, para dar muchos frutos” y afirmó “venimos como humildes peregrinos para unir nuestros pasos con Él. Con ustedes nos acercamos para fortalecer nuestros pasos, y ser fieles a ese amor grande del Señor Jesús”.
Monseñor Colombo destacó que la “Cruz que es camino de vida y señal de esperanza, especialmente para los pobres y sencillos” y explicó que “Jesús nos llama por nuestro nombre, toma la iniciativa de buscarnos para acercarnos”.
“Para ese Señor y nuestro Dios que tanto nos amo unamos nuestra vida sabiendo que siempre nos está esperando”, agregó.
El obispo destacó la importancia de renovar el Pacto de Fidelidad al “amor crucificado de Jesucristo, que nos rescata de debilidades e incapacidades, que nos saca del aislamiento, de nuestra indiferencia e individualismo, renovaremos como pueblo nuestra alianza con el Señor expresando que nos pertenecemos unos a otros como consecuencia de ese amor”.
Al referirse a la cercanía del Bicentenario de la Independencia de la Patria, monseñor Colombo sostuvo que “es hora de poner signos concretos de la vitalidad de nuestra fe en la vida social de la Argentina, para ser luz con Él y hacerlo presente no solo de palabras sino con obras y de verdad, proclamándolo vivo en medio de nosotros, fortaleciendo la cultura del encuentro y construir una Patria más justa y fraterna. Como cristianos comprometidos. Venimos al Milagro para volver llenos de Jesús el Señor”.+
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