HACIA UN PROTOCOLO PARA VICTIMAS DE ABUSOS
de
El Diario de la República
Recomiendan revisar los nuevos billetes de $100
Si bien bancarios y
financistas aseguran que no hay en San Luis un número significativo de
billetes falsos, el Banco Central envió afiches para explicar cuáles son
las características de los ejemplares de cien pesos que lanzaron el año
pasado, con la figura de Eva Perón. Explicaron que para no confundirse
es fundamental observarlos a trasluz, aunque comentaron que es muy
difícil que se filtren en los bancos y, que por sus particularidades,
son casi imposibles de falsificar.
Es común ver en los vidrios de los bancos los carteles con las fotos de los billetes nuevos. Según indicaron, es obligatorio exponerlo. Consultado por El Diario, Guillermo Loeschbor, subgerente del Banco Nación, explicó que no han tenido episodios con estos ejemplares, a excepción de “uno o dos por año, como ocurre normalmente”. Y agregó que hace algunos meses mucha gente pedía cambiarlos porque pensaban que no los recibían en los comercios y porque además, no los conocía lo suficiente como para darse cuenta si eran legales. “Ahora ya no hay ningún problema, incluso nosotros pegamos cartelitos y les explicamos a los cajeros cómo informar a los clientes. En los últimos siete meses no hemos tenido una sola consulta. Tampoco tenemos conocimiento de que haya muchos billetes falsos en la capital”, dijo. “Acá en la financiera por suerte no hemos visto, ni han venido a consultar. Es lógico que acá no van a aparecer porque nos daríamos cuenta”, comentó Héctor Montoya, gerente de Montemar.
“En los afiches se explica cómo comprobar que un billete es verdadero. Hace referencia a la balancita de la izquierda, que se completa en una mirada a trasluz. Después, donde está la tipografía de 100 pesos está el famoso hilo plateado que al verlo a trasluz alterna la figura de Eva, las siglas del Banco Central, y el valor; la imagen de ella tiene un relieve al tocarlo, eso es fundamental, al anverso y reverso. La roseta de tinta de color cambia de verde al azul, eso es lo más rápido y detectable, porque indudablemente el fondo nace con la impresión del billete, es muy difícil de falsificar. Cambia el color cuando lo inclinás, es muy parecido a como están en los dólares”, expresó Montoya. “Después tenés la marca de agua en la zona blanca del billete, a la izquierda en el anverso, que es muy nítida, normalmente en las falsificaciones es una mancha oscura. Puntualmente lo que hay que informar es que la gente que tenga una duda recurra a cualquier entidad bancaria y consulte. Estas cuestiones son claves, es casi imposible de falsificar”, agregó.
“Cuando alguien nos paga y detectan ese billete se hace un acta y se envía a Buenos Aires para que vean si es falso o no; y si lo es hay que denunciar a la persona que lo presentó. Sabiendo cómo se manejan los bancos es imposible que aparezcan billetes falsos en el cajero. Si pasara se investigaría al personal porque algo ocurrió mal, ya que pasa por tres niveles de seguridad previamente”, indicó Loeschbor. Y destacó que la gente que maneja billetes falsos no asiste a los bancos, sino que buscan negocios minoristas, kioscos, playas de estacionamiento, o comercios chicos donde los empleados no tienen la misma experiencia que un cajero.
Es común ver en los vidrios de los bancos los carteles con las fotos de los billetes nuevos. Según indicaron, es obligatorio exponerlo. Consultado por El Diario, Guillermo Loeschbor, subgerente del Banco Nación, explicó que no han tenido episodios con estos ejemplares, a excepción de “uno o dos por año, como ocurre normalmente”. Y agregó que hace algunos meses mucha gente pedía cambiarlos porque pensaban que no los recibían en los comercios y porque además, no los conocía lo suficiente como para darse cuenta si eran legales. “Ahora ya no hay ningún problema, incluso nosotros pegamos cartelitos y les explicamos a los cajeros cómo informar a los clientes. En los últimos siete meses no hemos tenido una sola consulta. Tampoco tenemos conocimiento de que haya muchos billetes falsos en la capital”, dijo. “Acá en la financiera por suerte no hemos visto, ni han venido a consultar. Es lógico que acá no van a aparecer porque nos daríamos cuenta”, comentó Héctor Montoya, gerente de Montemar.
“En los afiches se explica cómo comprobar que un billete es verdadero. Hace referencia a la balancita de la izquierda, que se completa en una mirada a trasluz. Después, donde está la tipografía de 100 pesos está el famoso hilo plateado que al verlo a trasluz alterna la figura de Eva, las siglas del Banco Central, y el valor; la imagen de ella tiene un relieve al tocarlo, eso es fundamental, al anverso y reverso. La roseta de tinta de color cambia de verde al azul, eso es lo más rápido y detectable, porque indudablemente el fondo nace con la impresión del billete, es muy difícil de falsificar. Cambia el color cuando lo inclinás, es muy parecido a como están en los dólares”, expresó Montoya. “Después tenés la marca de agua en la zona blanca del billete, a la izquierda en el anverso, que es muy nítida, normalmente en las falsificaciones es una mancha oscura. Puntualmente lo que hay que informar es que la gente que tenga una duda recurra a cualquier entidad bancaria y consulte. Estas cuestiones son claves, es casi imposible de falsificar”, agregó.
“Cuando alguien nos paga y detectan ese billete se hace un acta y se envía a Buenos Aires para que vean si es falso o no; y si lo es hay que denunciar a la persona que lo presentó. Sabiendo cómo se manejan los bancos es imposible que aparezcan billetes falsos en el cajero. Si pasara se investigaría al personal porque algo ocurrió mal, ya que pasa por tres niveles de seguridad previamente”, indicó Loeschbor. Y destacó que la gente que maneja billetes falsos no asiste a los bancos, sino que buscan negocios minoristas, kioscos, playas de estacionamiento, o comercios chicos donde los empleados no tienen la misma experiencia que un cajero.
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