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sábado, 24 de mayo de 2014

La venta de psicofármacos creció 75 % entre 2004 y 2012

de
Tiempo Argentino


22.05.2014 | Datos del Colegio de Farmacéuticos bonaerense

Entre 2004 y 2012, la venta de psicofármacos creció el 75 %

 La mezcla de estas drogas con alcohol ocupa el segundo lugar en la lista de atención por intoxicaciones en la provincia. En el mismo período, el consumo de clonazepam aumentó un 105 por ciento. Apuntan a los profesionales.

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Hicieron su aparición triunfal y se desarrollaron a mediados del siglo XX. Los psicofármacos marcaron un hito en la innovación tecnológica para la salud mental. Hoy, los antidepresivos, sedantes y ansiolíticos son consumidos casi tanto como el ibuprofeno o la aspirina, y sólo en la provincia de Buenos Aires se venden un millón y medio de cajas por mes, y entre los años 2004 y 2012 su comercialización aumentó un 75 por ciento. En este contexto, las autoridades sanitarias bonaerenses junto al Colegio de Farmacéuticos de la provincia anunciaron que saldrán a controlar recetas apócrifas y prescripciones ilegales.
Uno de los medicamentos más vendidos es el clonazepan, un ansiolítico depresor del sistema nervioso central que combinado con alcohol o cocaína puede ser letal. "Bajo los efectos de esta sustancia, la persona disminuye la posibilidad de respuesta, sufre de confusión y corre el riesgo de generar dependencia o adicción. Se puede retardar el proceso de respiración y provocar un paro cardiorrespiratorio que desencadene, inclusive, en la muerte", explicó Carlos Sanguinetti, subsecretario de Salud Mental y Atención a las Adicciones de la provincia.
"El clonazepam, lamentablemente, se ha puesto de moda entre los jóvenes, y uno de los motivos radica en que es fácil de conseguir, sobre todo, en los propios hogares. Es común que la droga exista en las casas por haber sido recetada a algún familiar que sufra algún tipo de trastorno de ansiedad", destacó Sanguinetti. "Por eso, apelamos también a la responsabilidad de los padres para que guarden los medicamentos en lugares seguros."
De acuerdo al último relevamiento de la subsecretaría de Atención a las Adicciones, los psicofármacos mezclados con bebidas alcohólicas ocupan el segundo lugar entre los motivos de consulta por intoxicaciones. Más precisamente, entre quienes ingresan a las guardias se destaca el consumo de clonazepam, un ansiolítico cuyas ventas se dispararon un 105% en el mismo período.

RECETAS ROSAS. El sistema para controlar el expendio de psicofármacos de la provincia de Buenos Aires es pionero en el país y consiste en la emisión de las denominadas "recetas rosas" como único método para prescribir y dispensar este tipo de medicamentos. Estas órdenes son emitidas por el ministerio de Salud y enviadas a las Regiones Sanitarias y al Colegio de Médicos, desde donde se encargan de distribuirlas entre los hospitales y los profesionales con consultorios privados. Sin la receta rosa con la prescripción del médico, los farmacéuticos están imposibilitados de llevar a cabo la venta.
Ahora, mediante un acuerdo firmado entre el Ministerio de Salud y el Colegio de Farmacéuticos provincial, saldrán a detectar el origen de las recetas rosas apócrifas y de las prescripciones ilegales. El Colegio generará un programa on line de registro y control de las recetas rosas y una fuerte campaña de difusión del programa, especialmente entre las 4200 farmacias habilitadas por la provincia. Por su parte, el ministerio de Salud implementará un registro de la cantidad de las recetas rosas entregadas y solicitará al Colegio de Médicos la base de datos de los profesionales matriculados autorizados para la prescripción de psicotrópicos.
"Vivimos en una sociedad sobremedicada. Se medica la tristeza, la ansiedad, el estrés pos vacacional, entre otros pesares, pero ante cada prescripción hay una lapicera que escribe. De ahí la necesidad de que los profesionales tomen conciencia sobre la pertinencia de la prescripción, el control de la sintomatología, y no hacer recetas por amistad", destacó Sanguinetti a este diario, y añadió que "los problemas a atender son varios: la mercantilización, hiperespecialización, y la rapidez con la que se lo prescribe que no demuestra más que el no compromiso comunitario y social con lo que se está haciendo. Existe una mirada biologicista de los padecimientos, de solución medicamentosa."
Las farmacias habilitadas por el ministerio de Salud en territorio bonaerense son unas 4200, donde se desempeñan más de 5500 farmacéuticos, quienes deberán asumir la responsabilidad de dispensar los psicofármacos, siempre y cuando las personas acudan con la receta rosa. Además, existen unos 47 mil médicos con matrícula provincial, quienes tendrán el mismo compromiso al prescribir una medicación de este tipo.
Isabel Reynoso, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires, aseguró que uno de los grandes objetivos de la campaña es "la concientización de la población para que dejen de tomar psicofármacos si no les fueron prescriptos, que la concientización también sea de boca en boca para que cuando la vecina ofrezca una pastilla porque nos ve un poco nerviosos, puedan decir que no".
Las pastillitas circulan en casi todos los ámbitos laborales, entre amigos, en las casas se toman como caramelos. Podríamos hacer una lista de situaciones en las que se ofrecen este tipo de medicamentos, ante los nervios antes de subir a un avión, una vecina a la que le sobraron algunas pastillas y ofrece en el barrio, médicos que sin mediar charla alguna para reconocer el problema, deciden prescribir medicación. Incluso se ha hablado en muchas oportunidades de “la pastilla de la felicidad." Su nombre comercial, Prozac, y la droga fluoxetina fueron protagonistas en la década del `90, y aún hoy quizás con otros nombres siguen vendiendo la misma ilusión.
Resulta fundamental no olvidar que los psicofármacos son útiles para quienes verdaderamente los necesitan. Pero en todo caso, la decisión debe tomarse entre el paciente y el médico mediante una charla profunda que indique una verdadera necesidad, más allá del facilismo de adormecer la conciencia de un problema que continúa ahí, y que aunque resulte más doloroso, en los casos en los que el remedio no es prescripto, puede solucionarse nada más y nada menos que enfrentándolo. «


8,1 Millones de unidades de antidepresivos y equilibrantes se vendieron en todo el país en 2012, según fuentes farmacéuticas.



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