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sábado, 19 de noviembre de 2011

II/III Los números de los delitos de abuso sexual



832
víctimas denunciaron durante el último año haber sufrido violaciones y abusos sexuales de todo tipo, son los datos del Centro de Atención y Orientación en Violencia Familiar de la Policía. La mayoría de los que sufren son menores.

1635
personas sufrieron algún hecho de violencia doméstica en lo que va de este año. Se estima que se realizan unas 164 denuncias por mes, 10% más que en 2010. Este es el año en el que más personas dijeron basta. Las violaciones, los abusos y las amenazas de muerte son los principales motivos que llevan a la gente a buscar ayuda. Las madres, los familiares de menores, los docentes y los médicos son los que más se animan a correr el velo.

- Hay pequeños que quedan abandonados casi todos los fines de semana en una casa de San Pedro de Colalao. Y hubo un caso de abuso sexual hacia una niña de 12 años. El acosador es un amigo de la familia, describió en una denuncia un estudiante que hace su práctica en el interior. Con nombre, apellido y dirección, el caso llegó a la Justicia. 



- Encontré a una alumna llorando en el baño, la abracé fuerte y me contó que desde hace tiempo su hermanastro abusa de ella, aparece en otra denuncia; esta vez, de la mano de una docente.

40%
de los casos que llegan al Departamento de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar, de la Dirección de Familia y Minoridad, se refieren a abusos sexuales. Antes, hasta hace siete años, las historias se contaban con los dedos de las manos, reconoce Rosa Alastuey, que dirige el departamento.

-        Ahora, esto se duplicó y casi equipara a las denuncias por violencia conyugal, 60%, explica. Igualmente, reconoce, aún falta mucho.
80%
de los abusos sexuales no se denuncia. En los datos del Equipo de Prevención del Abuso Sexual Infantil, Epasi, de 100 hechos, unos 20 se delatan en la Justicia, de los cuales sólo uno obtiene sentencia firme.

-        Es cierto que en estos últimos años se han incrementado las denuncias. No es que haya más abusos, sino que se está visibilizando al problema: se está tomando más conciencia. Y es bueno, pero debiera ir acompañado de información acertada a las familia -padres y madres- y de formación para los agentes de justicia y de salud, ya que intervienen en forma directa en estos casos y muchas veces no tienen las herramientas para hacerlo, pues desconocen la naturaleza particular de este delito, sostiene la licenciada Ana Valoy, psicóloga social, especializada en prevención del abuso sexual.

90%
de las personas que abusan de menores son hombres, detalla el Epasi. Y muchos de los agresores son de la misma sangre de sus víctimas. O pertenecen al entorno más cercano del niño o niña: son vecinos, allegados, maestros, cuidadores o amigos de los padres. Los abusadores no suelen recurrir a la fuerza física, sino que se ganan la confianza del menor con manipulaciones y amenazas para que el pequeño guarde silencio.

1
un caso único es el de María, que sigue andando en bici, que sigue pintando. Porque cada historia es singular.

-        Hay muchos que tienen miedo. Por suerte yo me animé a hablar, dice, siendo ahora adolescente, y se abraza a una frase que alguna vez escuchó, porque no hay mayor agonía que la de cargar un cuento sin contar.

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