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martes, 25 de febrero de 2014

Panorama de oportunidades para emprendedores en Argentina y en la región



Enlace y reseña de la nota publicada en
Desaliento

Menos oportunidades para nuevos negocios en la Argentina

Un estudio global muestra que hubo una desmejora en las condiciones para emprender
Por   | LA NACION
La percepción de oportunidades para emprender nuevos negocios en la Argentina está en caída. Sin embargo, cada vez más personas se ven obligadas a empezar una actividad por necesidad, en busca de un ingreso complementario. El saldo es una menor cantidad de nuevas empresas, producto de un contexto pantanoso para dar los primeros pasos.
Las conclusiones surgen del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), el estudio académico más grande a nivel mundial sobre la dinámica emprendedora, que fue publicado recientemente. La 15». edición del informe, cuyo capítulo local fue elaborado por el IAE Business School de la Universidad Austral, muestra una involución en algunas de las variables clave para el avance de la actividad relacionada con el crecimiento económico y el desarrollo de largo plazo.
"Los resultados en la Argentina basados en la investigación hecha en 2013 muestran que la percepción de la población respecto de la existencia de oportunidades de negocio en el país es del 40,9%, es decir, representa el menor porcentaje entre los países de la región", detalla Silvia Torres Carbonell, directora del centro de Entrepreneurship del IAE. Chile (68,4%) resultó primero en oportunidades, seguido por Colombia (67,7%) y Perú (61%). También lejos de la Argentina, se ubicaron Guatemala, Panamá y Trinidad y Tobago.
Eso, pese a que la percepción de capacidades en el país supera a la media del vecindario. Y a pesar de contar con otra ventaja que muchos destacan como una de las grandes virtudes locales: el miedo al fracaso en la Argentina entre aquellos que perciben que existen oportunidades para emprender, es de los más bajos entre los 13 países ponderados de América latina y el Caribe.
Hay otro indicador relacionado con el oscurecimiento de la percepción de oportunidades que apunta a la baja. La evolución de la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) en etapa temprana -empresas nacientes de hasta tres meses, y empresas nuevas de tres meses a tres años y medio- marcó en 2013 un descenso respecto del año anterior. E incluso, del previo. Desde 2011, la TEA cayó de 21% a 15,9 % sobre la población general, lo que puede considerarse un nivel todavía alto en relación con los porcentajes alcanzados desde 2001. La tasa de negocios establecidos se ubicó en el 9,6 por ciento.
Lo que ocurre, explica Torres Carbonell, es que hay un cambio en la motivación de esos emprendimientos. Además de la cantidad de personas que emprenden, apunta, hay que tener en cuenta la calidad y el impacto de las empresas creadas.
Para determinarlo, el GEM analiza las motivaciones de los emprendedores, y los divide por oportunidad o necesidad, y sus aspiraciones en cuanto a empleo, internacionalización e innovación.
En la Argentina, la tasa de emprendimientos por necesidad, encabezados por quienes buscan un ingreso relacionado con la subsistencia, representa el 30% de la TEA. "Desde 2012 -analiza la especialista del IAE- estamos asistiendo nuevamente al comienzo de un ciclo negativo donde la TEA vuelve a subir producto de la necesidad, del proceso inflacionario, que trae como consecuencia que mucha gente necesite completar sus ingresos con una actividad independiente, sumado a un marco de inestabilidad económica y política". Torres Carbonell ve una puja entre la necesidad y la mejora del ecosistema emprendedor, y el contexto "que se manifiesta en pérdida de confianza y un escaso flujo de inversiones que impide un crecimiento y consolidación de la actividad emprendedora de impacto".
La pregunta que subyace es si vale la pena emprender para mejorar la calidad de vida. El informe del GEM arrojó una respuesta positiva, con matices: en el país, hay una importante diferencia, que consiste en que los empresarios, dueños de empresas establecidas, tienen un 25% más de percepción de well being que los nuevos emprendedores en etapas de incertidumbre y vulnerabilidad. Sin embargo, ellos mostraron un 50% más de bienestar que los motivados por la necesidad..

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