La Batalla de Boquerón fue el primer episodio de la Guerra del Chaco.
Cabal, fiel y admirablemente reflejado en Hijo de hombre, la novela de
Augusto Roa Bastos y en la cinta argentina del mismo nombre. La sed, la requisa
de camiones del comercio civil, las comunicaciones confusas, las tecnologías erradas -el uso desacertado de aviones y tanques de guerra-, el heroísmo
anónimo de hombres y mujeres envueltos en esa guerra, que narran ambas obras de
arte, son la historia viva de esas personas.
Aquí traemos párrafos - extractados de la excelente publicación de
Wikipedia-, que lo atestiguan. Vale remitirse a la nota entera, no se la
pierdan.
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Fecha
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9 de septiembre-29 de septiembre, de 1932
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Lugar
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Coordenadas
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Resultado
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Ejército paraguayo reconquista el fortín Boquerón
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Beligerantes
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Comandantes
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La Batalla de
Boquerón fue el primer episodio de la Guerra
del Chaco, entre Bolivia y el Paraguay. Se libró desde el 9 al 29 de
septiembre de 1932 en torno al fortín Boquerón y una zona en forma de arco, de
10 a 11 km de profundidad, desde el
fortín Ramírez hasta el fortín Yujra.
Culminó con la
recuperación del fortín por parte del ejército paraguayo, la captura de sus
ocupantes, la caída de los fortines circundantes y la retirada hacia el fortín
Arce de las fuerzas bolivianas que intentaban prestar ayuda desde el exterior
al fortín Boquerón.
…
El día 3, Quintanilla recibió una importante información de
su amigo personal Jorge Alemán de visita en Muñoz. Alemán era un comerciante
argentino que desde Formosa (Argentina) proveía de alimentos, combustibles y
repuestos de camiones a la 4.ª División boliviana con asiento en el fortín
Arce:
"[Alemán le advirtió que] el Paraguay tenía fuertes
concentraciones de tropas desde Casado a Isla Poí y que en próximos días
desencadenaría su ofensiva sobre Boquerón con 6000 hombres [...]"
Información del comerciante formoseño Jorge Alemán al
general Quintanilla (Antezana
Villagrán, 1981, p. 100)
La respuesta de Quintanilla no fue alertar al general Osorio
en La Paz sino negar rotundamente esa posibilidad en función de sus propias
limitaciones: "¡Ni nosotros podemos poner en el Chaco 5000 hombres y el
Paraguay va a atacarnos con 6000 [sólo en Boquerón], usted trata de
desmoralizarnos!" le respondió Quintanilla.
…
el principal enemigo que seguía enfrentando el ejército
paraguayo no eran los bolivianos sino la aridez de toda la zona lindante a
Boquerón lo que obligaba a la provisión de agua desde Isla-Poí, sin contar con
la suficiente cantidad de camiones.
"Empezó la movilización de cuanto carromato mecánico
había en la República disponible para el frente. Todos recordamos que no
alcanzó a 70 el número de camiones que con nombres jocosos o pintorescos los
encontramos destrozados o exhaustos, en los campos de
Yucra-Arce-Alihuatá-Platanillos… "
Capitán paraguayo José Bozzano (1962,
p. 31)
…
El mayor Julio Viera que vino desde Muñoz con su
destacamento, recibió municiones, ración seca y te en Arce sin bajar de los
camiones, luego salió para Yujra y el frente. En pocas horas perdió más del 50%
de sus fuerzas y se retiró gravemente herido rumbo a Yujra. Quintanilla
advirtió a Peña que esas fuerzas debían rodear y no atacar frontalmente a las
"escasas" fuerzas enemigas:
"Conviene ordenar que fuerzas Yujra rodeen posiciones
enemigas con débil ataque frontal. No se explica [como las] fuertes fuerzas [
de] Yujra háganse amarrar y realicen sólo ataques frontales contra posiciones
preparadas, incurriendo [en] grave falta conducción, ayudando [así] al fácil
cumplimiento misión [de las] fuerzas enemigas. Si logra rodearse posición enemiga
[que tiene] escasas fuerzas [que] la defienden [...]"
Mensaje de Quintanilla a Peña (Vergara
Vicuña, 1944, p. 102 vol. 2)
El presidente Salamanca amonestó a Osorio por seguir
utilizando camiones para desplazar tropas desde Villamontes al frente sabiendo
las comprobadas deficiencias de ese medio y no cumplir con lo acordado en el
mes de agosto.9
…
Desde Yujra, a las seis de la mañana, Peñaranda, con
efectivos del "Campero" y "Loa", efectuó un nuevo y fuerte
ataque pero fue rechazado desde la denominada "Isla del Diablo".
Mientras tanto, Boquerón amaneció tranquilo. El movimiento del ejército
paraguayo se observó en la polvareda provocada por decenas de camiones que
proveen municiones, víveres y sobre todo agua. El ataque de todos los días se
realizó por la tarde, con los mismos resultados anteriores: los paraguayos,
pese a sus denodados esfuerzos, fueron violentamente rechazados. En esta acción
falleció el teniente boliviano Juan de Dios Guzmán Montalvo.
…
A la noche, Marzana escribió en su diario de campaña: "La
artillería enemiga concentra su fuego sobre nosotros. Nuestros tres cañones
contestan de tarde en tarde para no agotar demasiado rápido su escasa munición.
La infantería paraguaya hace esfuerzos sobrehumanos para ganar nuestras
trincheras [...]. Se han agotado los medicamentos. El ánimo levantado de jefes,
oficiales y tropa se mantiene inalterable. Parece que actuáramos en una
maniobra y ninguna calamidad nos arredra".10
Sin embargo, estratégicamente, a partir del día 14, al
reducirse dramáticamente el abastecimiento de comida, medicina y municiones que
provienen del exterior, el destacamento Marzana ya no tuvo otro destino que
rendirse en un plazo relativamente corto, dada la imposibilidad de salir de
Boquerón ante un enemigo superior que consolidaba día a día el cerco y el
control cada vez mayor de las zonas aledañas y que lo podía aniquilar
fácilmente ni bien saliera de la protección de las trincheras y tuviera que
recorrer varios kilómetros en una zona infestada de enemigos.
…
El día 16, a las 09:35 Peña le comunicó al general
Quintanilla que Boquerón no tenía munición ni víveres.11
Más tarde Quintanilla (cifrado 1107) le transmitió al General Osorio en La Paz
que la situación era grave por la creciente presión enemiga sobre Yujra. Osorio
le contestó: "Queda usted en libertad de resistir o retirarse". Sin
embargo, horas después Osorio preguntó: "Por su cifrado 140 hago deducción
que tropa Boquerón encuéntrase completamente sitiada. Quiero saber qué medidas
ha tomado para romper [el cerco]" confundiendo de esta manera al general
Quintanilla.12
…
Se nombró al mayor Rafael Franco, uno de los oficiales más
capacitados del ejército paraguayo, para que organice el abastecimiento de agua
maximizando el uso de los escasos camiones y la posterior distribución entre
las unidades.
Por las noches, desafiando el hostigamiento paraguayo, los
soldados bolivianos sitiados en Boquerón buscaron proveerse de agua, galletas y
municiones de los innumerables cadáveres en estado de putrefacción que estaban
abandonados frente a sus posiciones.
…
Al amanecer del 29 de septiembre de 1932, después de un
intercambio de disparos que duró media hora y terminó a las 06:00 horas, frente
al regimiento RI-4 Curupaity, el capitán boliviano Antonio Salinas Crespo del
RI-5 Campos y el suboficial Carlos Davila del RI-14 Florida salieron de sus
posiciones portando banderas blancas. Frente al RI-6 Boquerón, los tenientes
bolivianos Daniel Aguilar y René Miranda con 17 soldados hicieron lo mismo
llevando un pedido de entrevista de Marzana.26
Los soldados paraguayos, con justa razón, creyeron que los soldados bolivianos
se rendían; salieron simplemente de sus posiciones, ya a muy pocos metros de
las trincheras enemigas, y sencillamente entraron caminando al fortín.
En La Paz, el 1º de octubre, el gobierno boliviano, a quien
se le ocultó la caída del fortín, envió un angustioso cifrado al general
Quintanilla (Cif.247-552 11:50 horas):
"Falta de noticias sobre la situación de Boquerón
induce a opinión pública a dar crédito a comunicados paraguayos que describen
la acción con detalles, dando lugar a manifestaciones. Atribuyen al Comando que
trata de engañar al país, ocultando la verdadera situación, lo que podría
ocasionar desórdenes similares a los que ya se iniciaron en Oruro. Urge enviar
partes más frecuentes...".
Cifrado de Rivera a Quintanilla (Vergara
Vicuña, 1944, p. 331 vol. 2)
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